viernes, 6 de junio de 2014

LIBRO SOBRE EDUCACIÓN SEXUAL PARA NIÑOS DESDE 3 AÑOS



PODÉIS ENCONTRARLO EN  EL SIGUIENTE LINK.

UN SALUDO!!!!

miércoles, 7 de mayo de 2014

CELEBRANDO LA VIDA

EN EL SIGUIENTE ENLACE PODRÉIS ENCONTRAR TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL CONGRESO EN MOVIMIENTO MATERNIDAD-PATERNIDAD.


Podéis encontrar el programa del evento, fechas y temas a tratar en este congreso, donde se tratarán temas como el parto respetuoso en hospital, parto en casa, yoga prenatal y otros muchos temas.
Esperamos que sea de vuestro interés.

Un abrazo
Trotamontañas

martes, 8 de abril de 2014



ESTE SÁBADO DÍA 12 DE ABRIL, ENTRE LAS 12 Y LAS 13.30 DE MAÑANA, EN EL CENTRO CULTURAL LUIS ROSALES DE CERCEDILLA,  TENDRÁ LUGAR LA PRESENTACIÓN DE ESCUELAS PARA UN NUEVO MUNDO.
EN EL LINK, TENÉIS TODA LA INFORMACIÓN SOBRE EL PROYECTO.


https://drive.google.com/file/d/0BzRsq5nB4dKcWW96VDhpeUNLTm8/edit?usp=sharing


domingo, 30 de marzo de 2014

experimentos-ninos-agua

Fijaos!!, en el siguiente artículo hay unos experimentos chulísimos para hacer con agua.
Que lo disfrutéis!

http://www.pequeocio.com/4-experimentos-ninos-agua/

Un saludo!
Trotamontañas

martes, 25 de marzo de 2014



En la Escuela Infantil Valle de Luz, Los Molinos,  comienzan clases de inglés para los peques de 1  a 8 años. Son 20 euros al mes y de momento solo hay un grupo de niños de 1 y 2 años que empiezan este jueves dia 27. 



MÁS INFORMACIÓN

E.I. VALLE DE LUZ
C/ Dalias, 5 Los Molinos Madrid

PROYECTO SALTAMONTES, Collado Mediando

En el siguiente enlace encontraréis un video sobre el Proyecto Saltamontes, una interesante iniciativa de educación activa al aire libre que se desarrolla en la localidad vecina de Collado Mediando.

Proyecto Saltamontes

Saludos,
Trotamontañeses





¿Qué debe saber un niño de cuatro años?   
Alicia Bayer.       The Huffingtan Post
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Hace poco, en un foro sobre la educación de los hijos, leí una entrada de una madre preocupada porque sus hijos, de cuatro años y año y medio, no sabían lo suficiente. “¿Qué debe saber un niño de cuatro años? preguntaba.
Las respuestas que leí no solo me entristecieron sino que me irritaron. Una madre indicaba una lista de todas las cosas que sabía su hijo. Contar hasta 100, los planetas, escribir su nombre y apellido, y así sucesivamente.  Otras presumían de que sus hijos sabían muchas más cosas, incluso los de tres años. Algunas incluían enlaces a páginas con listas de lo que debe saber un niño a cada edad. Solo unas pocas decían que cada niño se desarrolla a su propio ritmo y que no hay que preocuparse.
Me molestó mucho que la respuesta de esas mujeres a una madre angustiada fuera añadirle más preocupación, con listas de todo lo que sabían hacer sus hijos  y los de ella no. Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. La infancia no debe ser una carrera.
Por todo ello, he decidido proponer una lista de lo que debe saber un niño (o una niña) de cuatro años:
- Debe saber que la quieren por completo, incondicionalmente y en todo momento.
- Debe saber que está a salvo y debe saber cómo mantenerse a salvo en lugares públicos, con otra gente y en distintas situaciones. Debe saber que tiene que fiarse de su instinto cuando conozca a alguien y que nunca tiene que hacer algo que no le parezca apropiado, se lo pida quien se lo pida. Debe conocer sus derechos y que su familia siempre la va a apoyar.
- Debe saber reir, hacer el tonto, ser gamberro y utilizar su imaginación. Debe saber que nunca pasa nada por pintar el cielo de color naranja o dibujar datos con seis patas.
- Debe saber lo que le gusta y tener la seguridad de que se la va a dejar dedicarse a ello. Si  no la apetece nada aprender los números, sus padres tienen que darse cuenta de que ya los aprenderá, casi sin querer, y dejar que en cambio se dedique a las naves espaciales, los dinosaurios, a dibujar, a saltar, correr o a jugar en el barro.
- Debe saber que el mundo es mágico y ella también. Debe saber que es fantástica, lista, creativa, compasiva y maravillosa. Debe saber que pasar el día al aire libre haciendo collares de flores, pasteles de barro y casitas de cuentos de hadas es tan importante como practicar la fonética, mejor dicho, mucho más.



Pero más importante es lo que deben saber los padres:
- Que cada niño aprende a andar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en cómo de bien ande, hable, lea o haga cálculos después.
- Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro es leer a los niños de pequeños. No las fichas, ni los manuales, ni las guarderías elegantes, ni los juguetes y ordenadores más rutilantes, sino que mamá ó papá dediquen un rato cada día o casa noche (o ambos) a sentarse a leerles buenos libros.


- Que ser el niño más listo o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Estamos tan obsesionados por tratar de dar a nuestros hijos todas las “ventajas” que lo que les estamos dando son unas vidas tan pluriempleadas y llenas de tensión como las nuestras. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada.
- Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y la libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y no los echarían de menos, pero algunos son importantes: juegos como los Lego y las construcciones, juguetes creativos como los materiales artísticos de todo tipo (buenos), los instrumentos musicales (tanto clásicos como multiculturales), disfraces, y libros y más libros (cosas, por cierto, que muchas veces se pueden conseguir muy baratas en tiendas de segunda mano). Necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas, para jugar con montoncitos de alubias secas en el taburete (supervisados, por supuesto), amasar pan y ponerlo todo perdido, usar pintura, plastilina y purpurina en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo manchen todo.
- Que nuestros hijos necesitan tenernos más. Hemos aprendido tan bien eso de que necesitamos cuidar de nosotros mismos que algunos lo usamos como excusa para que otros cuiden de nuestros hijos. Claro que todos necesitamos tiempo para un baño tranquilo, ver a los amigos, un rato para despejar la cabeza, y, de vez en cuando, algo de vida aparte de los hijos. Pero vivimos en una época en la que las revistas de padres recomienda que tratemos de dedicar 10 minutos diarios a cada hijo y prever un sábado al mes dedicado a la familia ¡Que horror!. Nuestros hijos necesitan la Nintendo, los ordenadores, las actividades extraescolares, las clases de ballet, los grupos organizados para jugar y los entrenamientos de fútbol mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos. Necesitan que demos paseos con ellos en las noches de primavera sin importarnos que el pequeño vaya a 150m. por hora. Tienen derecho a saber que para nosotros son una prioridad y que nos encanta verdaderamente estar con ellos.

¿Qué necesita un niño de cuatro años? Mucho menos de lo que pensamos, y mucho más.